Este método propio de CELF Sevilla permite a los alumnos a partir de 3 años aprender francés a través de la música y el ritmo, a la vez que iniciarse en la música de la mano del francés.
Está demostrado que la música y los idiomas se aprenden de un modo similar. Lo que hace diferente a los idiomas es, entre otras cosas, su musicalidad, sus sonidos específicos. Educar y ejercitar nuestro oído musical nos ayudará a pronunciar esos nuevos sonidos, mejorando la entonación y el acento de la lengua a aprender. Como el aprendizaje de un idioma extranjero depende no solo de la memoria sino también de la música, ¿por qué no aprovechar e iniciarnos en conceptos como el ritmo, la melodía, la expresión y el movimiento?
Este es el motivo de que estas innovadoras clases sean impartidas simultáneamente por una profesora FLE nativa y un profesor especializado en “música y movimiento” también nativo.
Y mejor empezar lo antes posible, ya que es durante la infancia cuando nuestro cerebro está más abierto a aprender música y otros idiomas.